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Sobre el automovil particular.

Imagen vía: Tecnoculto.

El vehículo privado, además, es más un medio de transporte, pues también desempeña un papel de elemento configurador de status y mecanismo integrador y transmisor de la ideología consumista, manifestándose como un instrumento fundamental del consumo dirigido y la colonización de la vida cotidiana. El coche es un mecanismo desencadenador del consumo, ya que permite el acceso a la segunda vivienda, a la compra en grandes hipermercados, a cierto tipo de ocio…

El transporte afecta el corazón mismo de la sociedad (…) El funcionamiento de ésta, de hecho su misma naturaleza, dependen ampliamente de la calidad y diseño de su sistema de transporte.

El incremento de la movilidad motorizada se vende como un desarrollo de “libertad” considerándose como un bien en si mismo. Sin cuestionarse que lo importante es la accesibilidad, no la movilidad y sin tomar en cuenta efectos externos –sociales y ambientales- que su continua expansión produce.

Ramón Fernández Durán, “La explosión del desorden”, Madrid, Editorial Fundamentos, 1993.

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