“Si tuviera que refutar todo lo que ha sido dicho y escrito sobre mí, debería hacer trabajar a veinte secretarios”.
Karl Marx [1876]
En Twitter hay una cuenta parodia llamada “Karl Marx falló en considerar…” (que refiere al uso común de dicha frase para descalificar a Marx y a toda la teoría marxista como no válida ante sucesos particulares o contemporáneos. Sin embargo, lleva los argumentos al ridículo o muchos usuarios suelen encontrar ejemplos de qué conocía el tema y que la teoría marxista lo ha desarrollado. Recientemente, en la crisis del canal de Suez, alguien mencionó “Karl Marx falló en considerar un bote chindagamente grande deteniendo el capitalismo en sus vías”. No obstante, Marx no sólo escribió sobre el Canal de Suez (El Capital Vol. III parte 1 Cap 4.), sino que David Harvey lo utiliza de ejemplo (el cierre del canal) para explicar El Capital (Harvey, David, 2013, A Companion to Marx’s Capital, Vol 2., 2013, p. 292).
Este suceso en redes es ilustrativo de las continuas descalificaciones de Karl Marx, tanto por desconocimiento de su obra, desde sus contemporáneos hasta el día de hoy. Por ello, la reciente traducción al español del libro “Karl Marx 19801-1883. El último Viaje de Moro” (Siglo XXI, 2020), escrito por el filósofo italiano Marcello Musto resulta altamente relevante. En dicha obra, trata sobre los últimos dos años de vida de Karl Marx, de 1881 a 1883, donde describe los temas que estaba estudiando y cómo se entrelazaban con su vida política y vida personal. En otras palabras, consiste en una revalorización de la última etapa de su vida muchas veces olvidada.
El libro está dividido en 5 capítulos, con un epílogo. En el primer capítulo trata sobre las investigaciones que realizaba en torno a la antropología y las matemáticas. Una muestra de los grandes intereses de Marx por investigar diversas cuestiones, que pasaban por el rol de la familia, la mujer, el racismo, el colonialismo en Irlanda o la India (desarrollados en los llamados Apuntes etnológicos o Cuadernos Antropológicos); hasta el cálculo diferencial (Los Manuscritos matemáticos). Las investigaciones de corte antropológico tenían el fin de profundizar la crítica de la economía política, mientras que su estudio de las matemáticas pareciese que era más de curiosidad intelectual y corte lúdico; pues sostenía que estos le permitían conservar la «tranquilidad de su mente».
El segundo capítulo trata sobre sus estudios del desarrollo capitalista en Rusia y la posibilidad de que las comunas agrícolas pudieran ser la base para el comunismo, resultado de una consulta que la escritora rusa Vera Zasulich le hiciera. En su análisis, Marx niega el determinismo económico de que el caso inglés era aplicable a toda nación o pueblo para el surgimiento de una revolución. Es decir, la idea de que era necesario el desarrollo de las fuerzas capitalistas y la creación masas proletarias para la revolución comunista. En este sentido, Marx en sus análisis deja abierta la posibilidad de que en Rusia se generase una revolución que desarrollara un nuevo modelo económico, sin la necesidad de pasar por el desarrollo industrial inglés.
En el capítulo tres, Musto escribe más sobre la vida personal de Marx y la difusión de su obra. Las discusiones sobre El Capital comienzan en Europa, pero aún tienen que competir con otros autores populares en su momento, críticas y con las mal interpretaciones de sus obras (además de la censura de la época). Estas últimas eran tan numerosas y consideradas sin sentido, que incluso el mismo Marx ya se negaba a refutarlas. El mencionaba que “no respondía a estas minucias, pues “de otro modo, debería perder la mayor parte del tiempo en hacer rectificaciones en todas partes, desde California a Moscú”. Incluso, las adhesiones o uso de su pensamiento en forma política sin conocerlo lo ofendían, tanto que a manera de desmarcarse de ellos lo llevó a mencionar “lo único cierto es que no soy marxista”. Al mismo tiempo, se sucede que él y su familia padecen problemas de salud, en especial su esposa que fallecería en 1881. Aun en esta crisis, retoma sus estudios sobre diversos temas históricos y ante el recrudecimiento de sus problemas de salud, Friedrich Engels lo convencería de realizar un viaje médico, el cual aceptaría para mejorar y concluir su gran obra.
Ya en el último capítulo, trata sobre este último viaje realizado en 1882 debido a una bronquitis persistente, para lo cual los doctores le recomendaron viajar a climas más calurosos. El sitio recomendado fue Argelia, que gozaba de buena reputación en esos momentos, en donde dedicaría su tiempo a analizar a dicha nación, y haciendo paradas en Marsella, Niza, Monte Carlo, Cannes y Suiza. Estos viajes no ayudaron en su recuperación, incluso podrían haberlo perjudicado, porque las condiciones temporales no fueron favorecedoras (y la medicina del momento no atacaba de raíz el problema de su enfermedad). Posteriormente a la muerte de su primogénita, Jenny Longuet, de cáncer, el estado de su salud se agravaría y Marx fallecería en marzo de 1883, dejando muchas discusiones y trabajos inconclusos (y abiertos a ser retomados).
La contribución de Musto radica en mostrar biográficamente cómo en sus últimos años de vida, Marx continuó trabajando en sus análisis, que eran de carácter multidisciplinario sin dejar de analizar el capitalismo, y entrelazados con su vida misma. Un enfoque particular y que se contrasta con ejercicios de mayor envergadura (y altamente prometedores) como la nueva biografía que se encuentra realizando Michael Heinrich en tres volúmenes (el primero ya publicado es The Life of Marx and the Development of His Work, Montly Review Press, 2019). Al mismo tiempo, sus análisis permiten desmitificar el eurocentrismo, colonialismo, la falta de consideración de sexo o raza, o a la historia lineal del desarrollo capitalista a la revolución proletaria, que se le suelen atribuir, y que son temas de gran interés para México y las discusiones contemporáneas.
Sin duda esta obra retrata la parte humana de Marx, el amor a su familia, su compromiso con la investigación y la lucha obrera de la que fue partícipe en todo momento, aún en sus peores momentos personales. Karl Marx dejaría una obra de análisis de capitalismo sin paragón y un mensaje de organización de los trabajadores para poner fin a su explotación.
Publicado originalmente en Revista Común.