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De las calles a las casas: Rio de Janeiro, Brasil.

En los barrios de Ipanema y Leblon en Rio de Janeiro existe un buen ejemplo del funcionamiento de las calles como espacios públicos de calidad. Desde mi perspectiva esto se debe a las siguientes razones: 
1.- Son funcionales. Tienen un tamaño lo suficiente amplio para peatones y para bicicletas, permitiendo combinar ambas actividades. También son bajas y lo suficiente planas para ser accesibles por cualquier tipo de persona, ya sea un niño o una persona mayor de edad. 
2.- Todas las instalaciones son subterráneas, sin postes duplicados o triplicados como en muchos lugares de México. El material de las banquetas es sencillo, de fácil instalación y mantenimiento. 
3.- Ofrecen una imagen uniforme en todas las banquetas, lo que contribuye a generar una estética común y un sentido de identidad único del barrio.

4.- El diseño de los edificios y sus entradas es tal, que pareciera que la banqueta entra en las casas y los edificios, ya sea por las cocheras o la recepción. Esto ayuda a integrar a los edificios con las calles, no sólo creando una imagen estética agradable, también incentivando el uso y cuidado del espacio público. También esto se logra con transiciones entre el espacio público y privado con elementos agradables como jardineras, árboles o rejas grandes que permiten la vista en ambos sentidos.
5.-Se integra el arte urbano, graffitis, como parte de la imagen, para que sean un elemento positivo y no uno que degrade la zona.

6.-Cuenta con gran cantidad de espacios verdes. 
Estos elementos permiten brindar un buen servicio de espacio público para los habitantes de estos barrios y para los visitantes, lo que hace estos lugares altamente demandados (son barrios muy populares).
De estos ejemplos se puede aprender mucho para la Ciudad de México, que tiene una gran cantidad de problemas con la provisión y calidad del espacio público. (Véase aquí la gran diferencia).

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